martes, 4 de noviembre de 2014

BUSCAN VOLVER A RECETA ORIGINAL CON UNA MARCA

Martes, 7 de octubre de 2014 Por: Yuvenil Torres I Pachuca

PASTEKO es una empresa que apoya la gastronomía Hidalguense en su forma más pura y tradicional, pues elabora pastes con la masa original y no de hojaldre como muchas otras empresas, que venden la imagen de los pastes como empanadas, que se encuentran en cualquier parte de México.
Sí bien es importante evolucionar, también es importante no dejar que se amplíe la distorsión de un platillo como el paste, para dejar que ésta continúe de la misma forma en la que creó desde los años antiguos en los que los ingleses estuvieron en nuestro país…
Cuando los mineros de Real del Monte comían pastes, sus manos terregosas se asían de una tira de masa que al terminar sus últimos bocados caía al piso. Esos primeros “pastes cornish”, herencia de los ingleses de Cornwall, contenían carne, papa, poro, cilantro y cebolla; las primeras familias de mineros en cocinarlos los regionalizaron, rellenándolos de frijol aplastado y refrito.
El paste llegó a Real del Monte junto a otra gran herencia, el futbol. Fue a dos mil 600 metros sobre el nivel del mar que se comieron los primeros pastes y rodó el primer balón en México.
A casi 200 años de la llegada de los ingleses a Real del Monte, la industria del paste ha crecido al grado de convertirse en el sustento de cientos de familias, quienes en un pueblo de menos de 25 mil habitantes mantienen abiertos 40 establecimientos.
Tanto ha crecido la industria del paste que pequeños negocios se han convertido en franquicias con presencia nacional, como Pastes Kikos, que incluso hace un año inauguró la primera sucursal de la cadena fuera del país: en Nueva York.
En otras entidades, como Querétaro y el Estado de México, han intentado recrear su propia versión del paste realmontés, alejados de la receta original.
Este boom del “paste” ha puesto en peligro no sólo a los productores tradicionales, sino a la receta original, la cual ha sido suplantada por una masa de hojaldre y platillos que nada tienen que ver con la cultura y tradición de la zona minera de Hidalgo.
Demetrio Ordaz Arriaga, presidente del Consejo Regulador del Patrimonio Cultural Real del Monte-Cornwall, reconoce este problema y señala que trabajan en la obtención del registro de marca para los pastes, pues franquicias exitosas – que venden empanadas y no pastes–, se están “comiendo” a los pequeños productores.
“Los pastes son los nuevos lingotes de plata”, resalta el empresario, de ahí la importancia de proteger la industria, sobre todo, recalca, a los pequeños empresarios que elaboran el alimento y que han encontrado en él un sustento, “muchas familias viven del negocio de los pastes aquí en Real del Monte”, un paste cornish como el que comieron los realmontenses hace cerca de 200 años.
En principio, reconoce Ordaz Arriaga, propietario de un restaurante en Real del Monte, el Consejo Regulador pensó en obtener la denominación de origen para el paste; sin embargo, esto no fue posible, toda vez que este platillo lo trajeron los ingleses a ese Pueblo Mágico.
“El paste ha detonado en todo el estado y parte de la región del centro de México, lo que queremos es que sea de mejor calidad; otros estados están haciendo pastes que no lo son”, advierte el empresario.
Aunque apenas se comenzó a realizar el trabajo previo –investigación, documentación y búsqueda de consultores certificados- el Consejo Regulador del Patrimonio Cultural Real del Monte-Cornwall tiene claro que uno de los elementos más importantes será la creación de un distintivo que deberán obtener los negocios con venta de pastes y que será garantía de calidad e higiene para el consumidor.
Cuando un producto es registrado comienza a tener presencia en el mercado, por ahora sólo unas cuantas empresas tienen una marca: Pastes Kikos, Pastes El Duque y El Pasteko; el objetivo es que también los pequeños productores de pastes tengan un posicionamiento.
Grissell Ubilla Ramírez, delegada de la Secretaría de Economía (SE) en Hidalgo, reconoce que sólo algunas empresas cuentan con una marca que los ha ayudado a posicionarse dentro del mercado.
“El punto aquí es que existen muchos productores que no tienen marca, pero que pueden incluirse y formar una asociación para incluirlos dentro de una marca colectiva”.
La exsubsecretaria de Desarrollo Económico de Hidalgo consideró que lo más viable para los productores es buscar una marca colectiva ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), ésta definiría la receta y la elaboración se atribuiría a Real del Monte.
La marca colectiva protege un producto, en este caso el paste. Una condición importante para obtenerla es que haya un grupo importante de personas que estén realizando el mismo producto y el mismo proceso, de hecho la receta tendría que ser homogenizada entre los productores para que esa sea la que quede registrada.
Fue en 1826, hace 188 años, cuando la primera brigada de mineros ingleses llegó a Real del Monte y Pachuca. En poco tiempo, unos 3 mil 500 córnicos degustaban junto a los mineros hidalguenses pastes, como los que se pretende con este proyecto lleguen a los consumidores-

http://www.criteriohidalgo.com/notas.asp?id=268394

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